15 septiembre 2009

Lloraba a mares.

Y entonces ella permaneció allí tirada en el suelo viendo la gente pasar, como un pañuelo tirado en el suelo y mojado por la lluvia. Su cuerpo estaba completamente empapado, llovía con fuerza, y sus pestañas eran saladas. El pelo le caía sobre la cara que se tapaba con las manos.
Ya no estaba.
Era increíble la rapidez con la que la gente se viene y va, con la facilidad que ganamos y perdemos, la fragilidad de un corazón, lo difícil que se nos hace caminar a veces, mover un solo musculo, e incluso respirar sin ahogarse en sí mismo.
Había desaparecido. Unos minutos antes estaba ahí, con ella, ¿y ahora? Ya no había nadie.
¿Cuándo volvería?O quizá, ¿Volvería alguna vez? ¿Era un adiós o un hasta pronto? ¿La echaría tanto de menos como ella lo hacía? ¿Tendría las pestañas saladas? ¿Estarían pensando lo mismo en ese momento? ¿Era demasiado estúpida por pensar todo eso?
Y lloraba. Lloraba a mares. O quizá era la lluvia. O quizá ambas. Pero llovía salado, amargo, agrio. Quemaba. Se estaba quemando. O helando. No sabía si viva o muerta, si acelerada o adormitada.
Triste. Triste como ella. Ahora todo era triste. Triste como cuando los árboles no tenían hojas o... o como cuando ella se iba.

7 susurros:

La chica del pañuelo azul dijo...

Oh leire :D

Los llantos son malos, pero peor cuando ves que la respiración se te ahoga y que no lloras. Cuando sabes que estás llorando pero te miras al espejo y te ves intacta pero con el alma arrugada.

¡Genial! Dile a Anush que le echaré de menos. MUCHO.

Clementine dijo...

Es todo tan frágil. Lluvia y lágrimas alimentando el alma..

pero, siempre, siempre, hay algo que te hace recuperarte y mirar al frente, alguien que te seca esas lágrimas y hace que el sol salga de nuevo.
Un beso

Verónica dijo...

Tiempo al tiempo, a veces debemos sufrir para encontrar a esa persona que nuestras lagrimas de dolor son transformadas en mares de alegria...

besotes de esta peke.

pd. te espero por mi rincon con una taza de cafe, si gustas...

Trovador de sueños dijo...

incertidumbre... no ser capaz de aceptar algo... agrio... no lo habría dicho mejor :)

Dara dijo...

Para ocasiones como esta, lo mejor es guardar un paquete de pañuelos en el bolsillo. Llorar pone los ojos rojos.


miau
de
mermelada

Verónica dijo...

Te releo despacito y a media voz, para esconderme entre tus letras que lo necesito...

besotes de esta peke.

pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe caliente, si gustas...

La chica del pañuelo azul dijo...

disisísima! jajajaja

GUAPA =)

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