22 enero 2013

Locura

Te quiero: tan incansable como el tic-tac del reloj, tan desbordante como un vaso bajo una fuente que no cesa de manar, tan perenne como las hojas del abeto, tan inmenso como el mar y tan infinito como los granos de arena del desierto.
Tanto y tan fuerte que desafía cualquier ley de la física gravitacional y me lleva hacia ti. Como Quijote a su Dulcinea, Romeo a su Julieta, Dalí a su gala o Juana a su Felipe. Locura de amor, locuras por amor. Historias de amor, y sin embargo, también amores que crean historia. Tan imperecedero como el arte propio que ellos mismos contienen.
Te quiero tanto que me asusta, me acongoja y me debilita, y sin embargo, que me ensalza y me da valor al mismo tiempo.