05 noviembre 2012

Es una putada.

Es una putada ¿Sabes? Querer a alguien. Querer, y esperar que te quieran de esa misma manera. Es una putada porque... ¿Y si nunca eres lo suficientemente bueno? ¿Y si nunca llegan a quererte así?
Por eso es una putada, porque no hay nada que puedas hacer.
Uno puede aprender a cocinar, a planchar, a sonreir e incluso a querer (más, o menos, o diferente). Pero aún no hay nadie que haya aprendido a hacer que le quieran. Es algo aleatorio, algo caótico y complejo que escapa de cualquier control humano.
Así que estamos jodidos. Estamos de barro hasta las rodillas y no podemos escapar. E incluso parece que nos gusta.

17 julio 2012

Nuevo blog.

He creado un nuevo blog con una amiga, y también publicaré cositas ahí, de vez en cuando. Aún así, este blog sigue activo, si es que alguien aparece por aquí y quiere leer algo.

El nuevo blog es este:

http://deliriosalaluna.blogspot.com.es/

Mi pseudónico es: Eriel (mi nombre al revés).

Espero que lo visitéis.

10 julio 2012

Ausencias


Yo, aquí. Tú, allí. Y esta pesadez en el estómago que me aploma el ánimo y me aplasta los sentimientos.
Es costoso levantarse por la mañana en una cama de 90 y hacer desayuno para uno. No es bonito tomarse el café a solas, ni salir de casa sin que nadie te despida. 
Me duelen tus sonrisas, tu mirada, el surco de tu espalda. Me duele tu ausencia. 
No es romántico no compartir cama, no compartir horas, no compartir vida.

13 mayo 2012

Morfeo

Para qué pedir deseos a las estrellas si contigo los tengo todos cumplidos. Contigo sé lo que es reír porque sí, sin ningún tipo de razón, llorar de felicidad, ser feliz e intentarlo hasta el final. No importa cuántas veces caigamos, siempre podremos levantarnos una vez más.
Siempre podemos completar nuestras frases y leer nuestras miradas. Entendernos, comprendernos, anticiparnos.
Y al final del día, cuando todo por fin se calma y Morfeo nos saluda a lo lejos, encontrarte al otro lado de la cama. Saber que estás sonriendo en la oscuridad, besarte y dormir junto a ti sabiendo que, otro día más, continúas ahí.

04 mayo 2012

Huir

¿A dónde? ¿A dónde te diriges?
Corres en un carro sin frenos, cuesta abajo, a toda velocidad. Estás a punto de estrellarte, de desmembrarte, de destrozarte.
No puedes parar, no sabes. Pero tampoco quieres.
Tú, tan contradictoria como siempre, tan complicada, tan clara y tan huidiza. Te asustas, pero no te quieres asustar. Te quedas, pero una parte de ti quiere salir corriendo, quiere saltar y salvarse.
Pero... ¿Salvarse? ¿Para qué? ¿Qué tendría eso de bueno?
Tu vida es un círculo. Tan insegura, tan indecisa.

06 abril 2012

Despertar

Pensar-te, ese pequeño placer que ocupa cada pequeño rinconcito libre de mi mente. Memorizar cada pequeño gesto, curva y movimiento. Fotografiar cada postura, sonrisa y mirada. Y recordar-te, ver pasar un fotograma tras otro, como si de una película se tratara.
Verte abrir los ojos por la mañana y escuchar un "te quiero" susurrado, casi mudo, casi inexistente. Y agarrarte, fuerte, hasta que mis músculos no pueden más, para decirte sin palabras "yo a ti también. Estoy aquí y no me pienso ir".
Forcejear y remolonear entre las sábanas, robarle horas a la noche y al día, juntar las horas, verlas pasar fugaces, volátiles. Y permanecer quietas (o no tan quietas) durante horas, disfrutando del silencio cómplice que nos rodea, que nos arropa y que, sin embargo, otras veces nos engulle.
Te incorporas, veo tu espalda desnuda y no puedo evitar agarrarte y devolverte de nuevo a la cama. Robarle más horas al día. Amanecer al anochecer y anochecer al amanecer.
Y ahora es cuando intento esconderlo todo bajo llave, dentro, muy dentro, para que así nunca se vaya. Para que cuando mañana abra los ojos, sigas ahí.

13 marzo 2012

Compartir cama

Y esta soy yo, perdida en cada recoveco de tu piel, sumergida en cada esquina de tu cuerpo, buscando a tientas tu sexo, siguiendo tu mirada en la oscuridad de esta habitación...
Los movimientos acompasados de nuestros cuerpos nos automatizan, la fricción de nuestra piel nos humaniza, la oscuridad nos revela, nos desvela más humanos y reales que nunca.
Toda nuestra realidad cuelga con pinzas sobre nuestras cabezas. Más allá del pudor del desconocimiento, está la confianza del tiempo consumido juntos. Más allá del miedo se encuentra la verdad de que, para compartir la cama con otra persona, prefiero no compartirla. Y quizá, sólo quizá, soñar contigo.

08 marzo 2012

¿Cuál es nuestro límite? ¿Cuándo llegamos a ese umbral en el que decimos "ya no más"? ¿Hasta dónde somos capaces de llegar por los demás? ¿Y por nosotros mismos?
Y aún llegando, ¿podríamos continuar? ¿Nos queda aún energía dentro para dar un poco más? ¿Cesamos porque nos hemos agotado? ¿Porque nos hemos rendido? ¿O simplemente porque hemos querido? ¿Realmente sabemos establecer bien ese límite o es algo totalmente aleatorio?
Creo que sé aguantar hasta que duele, incluso... hasta después de doler se puede seguir aguantando. Pero creo que entonces, puede ya no merecer la pena. De hecho, es probable, que pasado un tiempo te des cuenta de que nunca mereció la pena.
Sin embargo, no me arrepiento del dolor, ni del haber persistido, ni siquiera me arrepiento de que no mereciera la pena. Tan sólo me arrepentiría de no haberlo intentado.

04 marzo 2012

Play

PLAY.




Y entonces mi cerebro pasa a otra dimensión, a otro plano paralelo desde el cual todo se observa y siente diferente. Mi visión del mundo es la misma que la de los demás, pero mi cabeza procesa las sensaciones diferente. El sol brilla más fuerte, la noche tiene más estrellas y el césped es más verde. Todo es más intenso a la vez que difuso, todo es más caótico a la vez que concreto.
Mis ideas vagan sin cesar de un lado a otro, como estrellas fugaces que a penas se dejan ver, a penas dejan pedir un deseo, pero a veces tienes la suerte de poder hacerlo. Y entonces sonríes, sabes que no tiene sentido, pero aún así te gusta hacerlo.
Es como si fuera otra persona, la parte inconsciente de mi ser se esconde ahí, siempre al acecho pero siempre segura, en una parte inquebrantable de mi ser, tan profunda y tan intrínseca que no se me permite vivir sin ella. No puedo.


PAUSE.