02 mayo 2013

Finales

A veces pienso que donde terminas tú empiezo yo. Pero quizá esté equivocada, quizá donde termino yo empiezas tú. Quizá es un círculo sin final ¿no crees?
¿Que por qué digo esto? Porque sino nada tiene sentido. O al menos yo no se lo encuentro.
Vivimos en el encuentro fortuito de la atemporalidad, de la casualidad, de lo incierto, y como no, del infortunio.
Vivimos buscándonos sin encontrarnos, encontrándonos sin querer, queriéndonos sin amarnos. Nos alejamos sabiendo que chocaremos y chocamos para así volver a separarnos. Y aunque intento huir, irme muy lejos, sé que volveré y un nuevo golpe me hará caer. De nuevo. Pero ya no quiero, ya no más pero es que quizá no sepa pararlo.
Así que de pie me pregunto si todo esto no funciona así por defecto, sin motivación alguna, sin objetivo.
¿Por qué? ¿Para qué? Exactamente ¿qué buscamos? ¿Qué queremos?
¿Quiero algo de ti o sólo creo quererlo? ¿Quieres algo de mí o sólo sientes que debes quererlo? ¿Hay tanto que nos une que por eso nada nos separa? ¿Compartimos tanto oxígeno que respiramos a la vez?

"Buenas noches a todos y ojalá volvamos pronto y lo hagamos mejor..."
Y lo que sigue.

Termíname, porque sé que lo haces. Complétame, porque sé que sabes.



"Un día me iré, me iré de verdad. No sé si me ves, de todo capaz. De cambiar nombre y edad y si me encuentras decirte: ¿de quién me estás hablando? No lo haré, jamás. Me falta valor o fuerza vital.
¿De qué me sirve salir de esta inmensa ciudad, si de quien pretendo huir seguirá dentro de mí?"

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