¿Cuál es nuestro límite? ¿Cuándo llegamos a ese umbral en el que decimos "ya no más"? ¿Hasta dónde somos capaces de llegar por los demás? ¿Y por nosotros mismos?
Y aún llegando, ¿podríamos continuar? ¿Nos queda aún energía dentro para dar un poco más? ¿Cesamos porque nos hemos agotado? ¿Porque nos hemos rendido? ¿O simplemente porque hemos querido? ¿Realmente sabemos establecer bien ese límite o es algo totalmente aleatorio?
Creo que sé aguantar hasta que duele, incluso... hasta después de doler se puede seguir aguantando. Pero creo que entonces, puede ya no merecer la pena. De hecho, es probable, que pasado un tiempo te des cuenta de que nunca mereció la pena.
Sin embargo, no me arrepiento del dolor, ni del haber persistido, ni siquiera me arrepiento de que no mereciera la pena. Tan sólo me arrepentiría de no haberlo intentado.
08 marzo 2012
Etiquetas:
Pasiones nocturnas,
Reflexiones
3 susurros:
Pero sin embargo te preguntas, si merece la pena volver a sufrir...te decepcionas, y tu misma te rindes...y te lo vuelves a preguntar, hasta que llega alguien y te demuestra que sí
-Como me inspiraaass ^^
Pues el limite es aleatorio, sí, depende de las personas, del momento y de la situación, todo depende. Siempre se está dispuesto a aguantar, pero a veces no merece la pena.
:)
Siempre que leo este texto, me revivo.
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