Tumbarte en el césped y mirar al cielo. El vacío tan inmenso que se abre ante ti, la luz cegadora que te obliga a cerrar los ojos. Los árboles, los pájaros, el continuo murmullo de gente caminando a tu alrededor. La paz. La paz interior que uno encuentra mirando al cielo, tan dolorosa y deslumbrantemente azul.
Concentrarse. Elevarse. Separar cuerpo y alma.
Aclarar los pensamientos, meter los sentimientos a la lavadora y quitar el polvo a los recuerdos. Brindar por los olvidos. Pensar en frío (sin decirte al oído).
Mirar de nuevo ese sol radiante y tararear una melodía. Repiquetear con los pies en el suelo, juguetear con el césped entre los dedos.
Liberarse, quitarse las pesadas cargas del mundo, librarse de todo eso.
Volar, volar muy alto.
Poner los pies en la tierra un poco más vacío que al principio, y a la vez, listo para volverse a llenar.
2 susurros:
tocar el cielo con los dedos ..
solo si estas tú (a mi lado)
Viene bien hacer limpiezas emocionales de vez en cuando. Son realmente gratificantes^^
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